El impresionismo musical es un estilo que surgió a finales del siglo XIX en Francia. Este movimiento artístico se caracteriza por la inclusión de elementos de la naturaleza y la evocación de estados de ánimo.

Los compositores impresionistas, como Claude Debussy y Maurice Ravel, utilizaron técnicas armónicas innovadoras, incluyendo acordes de novena y undécima y escalas modales. También crearon ambientes sonoros a través de la utilización de timbres exóticos y la exploración del registro extremo.

Otra característica importante del impresionismo musical es el uso de una estructura fluida y no lineal en la composición, en la que las frases musicales no están conectadas de manera lógica y secuencial, sino que fluyen libremente creando un efecto de improvisación.

La música impresionista, a menudo, utiliza efectos de resonancia, vibrato y pedal en los pianos para acentuar el sonido y las armonías. También se incluye el canto y la dicción para crear poesía hablada en las composiciones vocales.

En resumen, las características del impresionismo musical se basan en la utilización de técnicas armónicas innovadoras, la creación de ambientes sonoros a través del uso de timbres exóticos, una estructura fluida y no lineal y la inclusión de efectos de resonancia y vibrato.