El compás musical es un elemento fundamental en la música y permite que un grupo de músicos toquen juntos. El compás es la organización rítmica de una obra musical en pulsaciones, donde se establece una regularidad en la sucesión de los acentos y su duración. Esto permite que los músicos puedan saber en qué momento deben tocar y cuánto tiempo deben mantener el ritmo.

Existen tres clases de compás musical: compás simple, compás compuesto y compás irregular. En el compás simple, cada pulso se divide en dos partes iguales. Por ejemplo, el compás de 2/4, donde hay dos pulsos y cada uno se divide en dos tiempos iguales. En el compás compuesto hay una división del pulso en tres partes, como el 6/8, donde hay seis pulsos y cada uno se divide en tres tiempos iguales. En el compás irregular, las divisiones no son iguales, como en el caso del 5/8, donde hay cinco pulsos y se combinan divisiones de dos y de tres tiempos.

El compás es una herramienta esencial para cualquier músico, ya sea un intérprete o un compositor. Permite crear estructuras rítmicas y dar sentido a la música, permitiendo que un grupo de músicos pueda tocar juntos en perfecta armonía. Entender el compás musical es la base para mejorar la precisión y la interpretación de cualquier obra y permite al músico tener una mayor comprensión de la música que está tocando.