A la hora de tocar un instrumento o de bailar al ritmo de una canción, es importante conocer el tempo o velocidad a la que se mueve la música. El tempo se mide en bpm, abreviación de "beats por minuto".

Para conocer el tempo de una canción, lo primero que debemos hacer es contar los tiempos o pulsos que se escuchan en un minuto. Podemos hacerlo con un metrónomo o simplemente contando los tiempos en nuestra cabeza.

Una vez que sepamos cuántos pulsos hay en un minuto, podemos dividir ese número entre cuatro para obtener el valor de un tiempo, es decir, la duración de un pulso en relación con el compás de la música.

Por ejemplo, si contamos 120 pulsos en un minuto, eso significa que el tempo de la canción es de 120 bpm. Si dividimos ese número entre cuatro, nos da un valor de 30, lo que indica que cada pulso dura aproximadamente 0,5 segundos, si se trata de un compás de 4/4.

Conocer el tempo de una canción es fundamental para poder tocarla o bailarla con precisión y seguir el ritmo correctamente. Con práctica y atención, podemos aprender a medir el tempo de cualquier canción y disfrutar de ella de una manera más consciente.