Una línea clave es un término que se utiliza en el ámbito del diseño gráfico y la composición visual para referirse a una línea recta o curva que se coloca estratégicamente en una imagen o página para guiar la vista del espectador hacia determinados elementos.

La función principal de una línea clave es dirigir la atención del usuario hacia los puntos de interés de la composición, lo que ayuda a optimizar la experiencia visual y comunicativa de la pieza. Además, las líneas clave también pueden utilizarse para crear sensación de movimiento, profundidad o textura en una imagen.

Existen diferentes tipos de líneas clave, que varían en función de su dirección, grosor, color y posición en la composición. Algunos ejemplos comunes son las líneas diagonales, las líneas curvas, las líneas rectas, las líneas punteadas, entre otras.

En definitiva, las líneas clave son una herramienta fundamental para el diseño gráfico y la composición visual, ya que permiten mejorar la legibilidad y la estética de una pieza, al mismo tiempo que generan una guía visual clara y efectiva que facilita la comprensión del mensaje que se quiere transmitir.