La música barroca surgió en Europa durante los siglos XVII y XVIII, y se caracteriza por su riqueza y complejidad en la instrumentación y en la escritura musical. Este estilo musical evolucionó a partir del Renacimiento y se caracterizó por el uso de la ornamentación, el contrapunto y la creación de nuevas formas musicales como la ópera y el oratorio.

Uno de los principales precursores de la música barroca fue el compositor italiano Claudio Monteverdi, quien incorporó elementos dramáticos y emocionales en su música. Otra figura clave fue el compositor alemán Johann Sebastian Bach, quien fue famoso por su habilidad para combinar la polifonía con la creación de melodías fuertes.

La música barroca se diferenció del Renacimiento por su interés por el drama y la emoción, y por su utilización de técnicas musicales más complicadas. Además, los músicos barrocos comenzaron a experimentar con nuevos instrumentos para crear sonidos únicos, como la viola da gamba y el clave.

La música barroca influyó en muchos otros géneros musicales posteriores, incluyendo el clasicismo y el romanticismo. Si bien ha pasado mucho tiempo desde su origen, la música barroca sigue siendo apreciada en la actualidad por su complejidad musical y su capacidad para evocar emociones fuertes.