El Neoclasicismo fue un movimiento artístico y cultural que surgió en Europa durante el siglo XVIII. Tuvo una gran influencia en la literatura, la pintura, la arquitectura y la música. Durante este período, se retomaron los valores y la estética de la Antigüedad Clásica. Este movimiento tuvo como característica principal una vuelta hacia los ideales de la razón, la claridad y la simplicidad en el arte y la literatura.

En el ámbito de la literatura, el Neoclasicismo se caracterizó por la utilización de un lenguaje sencillo y claro, alejado de la complejidad y el ornamento del Barroco. Los autores neoclásicos buscaron una mayor objetividad y veracidad en sus obras, y se inspiraron en la literatura grecolatina. Entre los principales escritores neoclásicos se encuentran Voltaire, Johann Wolfgang von Goethe y Alexander Pope.

En la pintura y la arquitectura, el Neoclasicismo se destacó por la búsqueda de la simetría y la proporción perfectas, así como por la utilización de temas históricos y mitológicos. Se buscó la creación de obras armoniosas y claras, en consonancia con los valores de la Antigüedad Clásica. Entre los principales exponentes de la arquitectura neoclásica se encuentran Jean-Jacques Rousseau y Antonie-François Peyre.

En la música, el Neoclasicismo se caracterizó por la retomada de formas y estilos de la música clásica, como el fugato y la sonata, pero con un tratamiento más moderno y actualizado. Se buscó la creación de obras más sencillas y equilibradas, alejadas de la complejidad del Barroco. Entre los principales músicos neoclásicos se encuentran Igor Stravinsky y Joseph Haydn.

En resumen, el Neoclasicismo fue un movimiento cultural que buscó retomar los valores y la estética de la Antigüedad Clásica, pero con un enfoque más racional y sencillo. Grandes escritores, arquitectos, pintores y músicos fueron los responsables de llevar adelante este movimiento que dejó una huella indeleble en el arte y la cultura occidental.