El periodo barroco se caracterizó por la utilización de una amplia variedad de instrumentos musicales para la creación de sus obras. En aquel entonces, se hacía uso de los instrumentos más populares como el clave, la flauta, el oboe, el violín, la viola, el violonchelo y el contrabajo. Sin embargo, la música barroca también contó con otros instrumentos menos conocidos como la tiorba, la viola da gamba, la trompeta barroca, el sacabuche y la viola d'amore, entre otros.

El clave fue uno de los instrumentos de teclado más utilizados en esta época, su sonido era producido por las cuerdas percutidas por macillos con forma de martillo. La flauta, en cambio, tenía un sonido suave y delicado, muy utilizado en las composiciones de música de cámara. El violín era utilizado no solo como instrumento principal en las sinfonías barrocas, sino también como solista en las obras de música instrumental. Por su parte, el violonchelo era un instrumento de cuerda frotada que acompañaba a los instrumentos de viento y cuerda.

Otro grupo de instrumentos que tuvieron gran impacto en la música barroca fueron los instrumentos de viento. El oboe y la trompeta barroca eran muy utilizados en las orquestas y bandas de aquel entonces. Sin embargo, el sacabuche era uno de los más populares entre los instrumentos de viento, ya que poseía un timbre muy particular y agudo.

En definitiva, todos estos instrumentos musicales del periodo barroco jugaban un papel fundamental en el mundo de la música de aquel entonces. Su sonido, su estructura y su construcción resultaron ser la clave para la creación de obras musicales tan emblemáticas de la época como el Aria de la Reina de la Noche en la ópera La Flauta Mágica compuesta por Mozart.