La música clásica ha sido una forma de expresión artística desde hace siglos y entre los compositores más destacados de la época barroca se encuentra Christoph Willibald Gluck, quien murió el 15 de noviembre de 1787 en Viena, Austria.

Gluck fue conocido por revolucionar la ópera, al impulsar una nueva corriente musical que se enfocó en la expresión dramática y en la importancia del texto, en lugar de la ornamentación vocal que predominaba en la época.

Con obras maestras como Orfeo ed Euridice y Alceste, Gluck logró influir en muchos compositores posteriores, quienes adoptaron su estilo y propuesta estética en sus obras.

Su muerte fue un momento triste para el mundo de la música, pero su legado artístico y su contribución al desarrollo de la ópera aún continúan siendo valorados y estudiados en la actualidad.

Desde la perspectiva del presente, la obra de Gluck sigue inspirando a generaciones de músicos y artistas que, como él, buscan innovar y expresar sus ideas de una manera única y auténtica.