Los platillos son elementos fundamentales en una batería o set de percusión. Su función es crear diferentes sonidos y agregar variación rítmica a la música.

Existen varios tipos de platillos con características distintas. Algunos son más pesados y generan sonidos más acentuados y brillantes, mientras que otros son más delgados y producen sonidos más suaves y sutiles. Además del peso, la forma y el tamaño también influyen en el sonido que se produce.

La función principal de los platillos es marcar acentos y rellenos en las canciones. Se utilizan para hacer transiciones entre distintas secciones, como el cambio de un verso a un estribillo. También se usan para dar énfasis a ciertos momentos importantes de la música, como un solo de batería.

Además de marcar acentos, los platillos también pueden ser utilizados para crear ritmos complejos y polirritmias. Los bateristas pueden combinar distintos golpes en los platillos para crear patrones rítmicos únicos y darle más complejidad a la música.

En resumen, los platillos tienen la función de añadir textura y dinamismo a la música. Son elementos esenciales en la batería y permiten al baterista expresarse musicalmente y resaltar momentos clave en una canción.