Una mirada a los instrumentos de la música medieval
La música desempeñó un papel fundamental en la Edad Media, tanto para fines religiosos como para entretenimiento en la corte. Por lo tanto, existían diversos instrumentos que se utilizaban para emular diferentes sonidos y crear melodías únicas.
Uno de los instrumentos más populares de la época era la guitarra, conocida como "guitarra morisca". Esta guitarra tenía un diseño distinto al que conocemos hoy en día, con una estructura más pequeña y una caja de resonancia en forma de pera. Además, se tocaba con plectro, es decir, una pequeña pieza de madera o marfil.
Otro instrumento destacado era la viola, que también tenía un diseño peculiar. Se parecía más a una guitarra moderna, pero con un tamaño más grande y con cuerdas de tripa en lugar de metal. Además, su sonido era más suave y melancólico, ideal para obras vocales.
Por último, no se puede dejar de mencionar el órgano, un impresionante instrumento que se utilizaba en las iglesias para acompañar el canto de los coros. En el Medievo, estos órganos no contaban con teclados, sino con palancas que activaban los tubos de sonido. Asimismo, se necesitaban varios hombres para hacer funcionar el instrumento, debido a su gran tamaño y complejidad.
En definitiva, los instrumentos de música medieval eran variados y únicos, y cada uno tenía su propio sonido y estilo. Gracias a estos artefactos, hoy en día podemos disfrutar de la riqueza y diversidad de la música medieval.